Viviendo, Escribiendo, Compartiendo.

El Ser Humano está aquí para darse a la humanidad. En la medida en la que puedas desprenderte de ti mismo, serás un humano distinguido.


25 de mayo de 2012

Voluntad y Amor.

 

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Hace algunos meses, requeríamos un favor enorme y mi tía dijo algo que se me ha quedado súper grabado,

Con Voluntad y Amor, todo se puede.

No es que no lo haya sabido pero… Creo no lo había visto de tal modo. Y pues, analizando desde entonces todo, me doy cuenta que es ciento por cien verídico, con voluntad y amor, se conquista todo.

A veces sin darnos cuenta, hacemos cosas que parecen ser voluntarias es decir, el subconsciente nos traiciona y terminamos autoboicoteándonos. No creas que estoy hablando de relaciones afectivas, no. Hablo de la vida diaria en general entendiendo claro, que amor no es sólo aquél que se obtiene-busca-espera de una pareja, el amor es uno mismo pero bueno, dejen me explico.

Todos los días esparcimos amor en nuestro rededor. Amor a nuestros padres, hijos, vecinos, hermanos, compañeros de trabajo, mascotas, plantas y, en el último de los casos siendo este el más importante, a nosotros mismos. El abrazo de la mañana a tu hijo, el beso a tu madre al despedirte para ir a la escuela o trabajo, el saludo fraterno a un amigo, el buenos días con el café en la oficina, son muestras de amor. Ponerte guapetón para empezar el día, es amor por ti también.

Los doctores, abogados, electricistas, músicos, chefs, ingenieros, economistas, sociólogos y cuanta profesión / oficio se me escape, se dedican a ello porque le tienen amor a su trabajo. Si, renegamos como todos pero, al final del día el irte a casa con una sonrisa porque pudiste sacar los pendientes o arreglar alguna bronquilla en la oficina… Eso, mi estimado, es amor.

Cuando tienes / sientes amor por lo que haces / vives, tienes voluntad por ello también. Es decir, así hayan miles de inconvenientes, hallarás las razones necesarias para seguir adelante con aquello a lo que le tengas amor. Claro que el hecho de que las halles, no quiere decir que sean las correctas o válidas.

Pensemos en dos casos: La típica muchacha que decide ponerse a régimen y cambiar sus hábitos. Para hacerlo, requirió de amor a sí misma y darse cuenta que su situación actual no era benéfica para su salud y requerirá indudablemente, de muchísima voluntad para no caer en tentaciones de comida o para flaquear en su intento de ejercitarse.

La voluntad que posea, será estrictamente proporcional a los resultados que obtendrá movida principalmente por amor a ella. Las decisiones que tome –o no- a diario, serán prueba irrefutable de la voluntad que tiene. Dicha voluntad, la hará determinada y fortalecerá su carácter. Se sentirá segura y… Terminará por amarse más.

El segundo caso: Una familia que vive una condición de discapacidad. Para empezar, la convivencia diaria siempre es complicada aun cuando seas familia, esto de ser humano te hace tan visceral que… Complica todo lo que no debe ser complicado.

Sí a lo anterior le sumas que cuando uno forma una familia no esperas pases / vivas una situación de estas, cuando llega alguien a la familia con discapacidad o la adquieres a lo largo de la vida, es todo un choque emocional-social-psicológico-económico y de más que tiene que asumir dicha familia.

Dichas situaciones, implica renunciar a un gran número de cosas con tal de que el familiar discapacitado, esté lo mejor posible. Esos sacrificios que uno hace en el nombre del amor, requieren cargas exageradas de voluntad. No es nada fácil asumir que tu vida no volverá a ser igual. Asumir que tu familiar por más amor que le tengas, cuidados, atenciones, mimos y cariños, no podrá ser el de antes.

Habrá días en los que reniegues y quieras gritar de coraje e impotencia, reclamando a la vida el hecho de que seas tú el elegido para vivir dicho acontecimiento pero, al final del día te das cuenta que con un poquito de voluntad y mucho amor, pudiste terminar el día y lo terminas con tu pariente, contigo, amándote y amándole más a él porque a pesar de sus imposibilidades, te ha hecho más humano, más amoroso y con una voluntad inquebrantable aunque… Para tus ojos sea lo contrario.

Cuando suceda algo en tu día que te haga dudar del amor o de sí posees o no voluntad, plantéate un caso que halles similar a los anteriores. Hay miles pero, se me ocurrieron estos dos. Un matrimonio recién establecido por ejemplo. Vivir con alguien ajeno a la familia es todo un reto que requiere, sin duda alguna, muchísimo amor pero sobretodo, voluntad.

Mastícalo Guiño

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