Viviendo, Escribiendo, Compartiendo.

El Ser Humano está aquí para darse a la humanidad. En la medida en la que puedas desprenderte de ti mismo, serás un humano distinguido.


3 de enero de 2013

Mis Doce Campanadas, 2012.

2013

¿Cómo pasaste las Fiestas? ¿Te sentiste a gusto contigo después de todo lo vivido durante el 2012 o te quedas a deber? Seguro son preguntas que están a la orden del día durante los primeros días del año. Todos nos sentimos con la calidad moral de preguntar al de al lado sí está o no a mano consigo pasando por alto sí estamos o no a mano con nosotros mismos.

Pues bien, este recientemente extinto 2012, para muchos de nosotros fue muy agresivo o muy doloroso- Según dicen los estudiosos de los temas Cósmicos, 2012 significaría un año en el que se irían muchas cosas de nuestras vidas tales como amigos, familiares, trabajo, dinero, mascotas e incluso… Parejas.

Lo curioso es que dicen los estudiosos que no debemos buscar respuestas a tales situaciones pues… No las hay. Este año nos hizo soltar-abandonar situaciones que no nos son necesarias para el crecimiento espiritual y evolutivo concluyendo con que… El día de mañana daremos las Gracias por lo vivido en el 2012. Lo que nos quedó, incluso nosotros mismos, será de ahora en adelante con lo que contemos ya que será lo único necesario para el siguiente paso en esta nueva era.

Dicen, no me creas. En mi caso particular, fue quizás el peor y mejor año de mi vida. El PEOR porque… Me enamoré. Y el mejor porque… Me Reencontré. Para no adentrarme en detalles por demás penosos, sólo quiero compartir mis doce eventos favoritos, buenos o malos, del año pasado. Mis Doce Campanadas del 2012 que me han hecho mejor persona.

Primer Campanada. Recibir el año en familia, en casa. Ver disfrutar a mi Abue hasta pasadas las 6am fue sin duda, el mejor inicio de año.

Segunda Campanada. Mi cumpleaños. Al principio del día nadie me felicitó sin embargo, en el correr del día, la cosa se puso excelente y terminé la noche con quienes me aman de verdad.

Tercera Campanada. Unos Mojitos en la Bodeguita de En Medio un 18 de Marzo cualquiera.

Cuarta Campanada. Abril y un viaje pésimo en el cual, descubrir a una Tía que creía todo menos… Mi Tía.

Quinta Campanada. Mayo y la noticia de que mi Princesa, estaba ya del otro lado del Cementerio canino otra vez.

Sexta Campanada. Junio. Conocer a la PEOR PERSONA, Bueno, quizás sea la Tercera peor.

Séptima Campanada. Junio. Tres días de ensueño. Lástima, a las Tormentas siempre las precede una Calma.

Octava Campanada. Julio. Un accidente en casa me hizo replantearme la sarta de cagadas que estuve a punto de cometer y que… Cometí.

Novena Campanada. Agosto. Reencontrarme con Mi Mejor Amiga.

Décima Campanada. Octubre. Un Monstruo que hallé adorable.

Onceava Campanada. Noviembre. El Concierto de mi Vida con… Uno de los Hombres de mi Vida.

Doceava Campanada. Perder Mucho y al final, haber ganado… ¡TODO!

Gracias a TODOS los que me acompañaron durante el 2012. Gracias a los que sólo estuvieron de paso. A los que se quedan, les aseguro que este 2013, será É.PI.CO.

29 de octubre de 2012

Definiendo…me.

 

Llegar a ser alguien significa llegar a ser otro distinto a sí mismo. François Mauriac.

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¿Cuál es la palabra que te define? Leí recientemente en una novela que estoy leyendo. En alguna ocasión, ya me había planteado tal interrogante pero… No había atinado a responderme.

Por ejemplo, siempre me he definido como canción, libro, perfume, marca, novela, comida, toma fotográfica, lugar, animal… Pero… No había hallado la palabra que me define. Creo que aun no la hallo. Pero, por poner un caso, me definí a través de otros medios y así, llegar a definirme con una palabra.

La canción que me define, es Ruby Tuesday. Pongamos que cada día soy una Shaula diferente, yendo y viniendo sin decir de dónde provengo, sin tener en cuenta el ayer y viviendo sólo con el brillo del Sol hoy.

La ciudad que me define, es Barcelona. En mi converge la nostalgia del ayer y la modernidad del ahora. El bullicio de la playa y la quietud de una ciudad amurallada. La bravura de la tauromaquia es quizás, la fuerza que me impulsa y acompaña.

La novela que me define, es La Piel Del Cielo de Elena Poniatowska. La historia de Lorenzo, un hombre con hambre de conocimiento, siempre queriendo develar los misterios del Cosmos y de la Tierra, inmiscuyéndose en la Política y dejando de lado su parte más humana, el amor. Listo, Audaz, Inteligente, Brillante para las ciencias pero un tanto Torpe para relacionarse con los demás… Bueno, yo no soy torpe para eso, je!

La marca que me define, Liz Clairbone. Si, lo sé. También tengo mi parte –muy grande de hecho- superficial. Soy práctica. Y dicha marca… Me ofrece dicha practicidad y comodidad.

El día que me define, Jueves. Es tan sensual el día Jueves. Son los días en los que acostumbro replantear mi semana, el rumbo, el camino. Cuando me redefino, me reencuentro y me reinvento. Cuando convierto la cotidianidad en mi poesía.

El astro que me define, la Luna. La Luna es todo y nada a la vez. ‘Todo’ porque es bajo su Luz cuando se fraguan las más grandes promesas de los amantes y es ‘Nada’ porque es bajo su Luz cuando no somos nadie. Un tanto fría y un tanto altiva, un tanto de todos y a la vez tan ajena. Cuna de Pasiones y Desolaciones. Si, sin duda, soy Luna.

La estación del año que me define, la Primavera. Es en ella donde todo florece y renace. Se reinventa. Se recrea. Se libera. Cada día me ‘Primavero’ un poco más…

El perfume que me define, Dolce Vita. Dulce, inocente, picoso, fuerte, atrevido. Lo hueles un segundo y perdura por siempre en tu mundo. Esgrimes una vida entera tan solo con su olor.

Pues bien… Luego de tal ejercicio, creo que he encontrado la palabra que por ahora, me define. Transparencia. Soy tan clara como el agua de un manantial. Sin complicaciones, fluida, directa, fresca, versátil. Un tanto inalcanzable pero, reconfortante.

Si… Mi palabra es… Transparencia.

13 de septiembre de 2012

El Helecho y el Bambú.

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Un día renuncié a mi trabajo, a mi relación, a mi espiritualidad… quería renunciar a mi vida. Fui al bosque para tener una última charla con Dios.

Dios. – Le dije –. ¿Podrías darme una buena razón para no darme por vencida?

Su respuesta me sorprendió.

Mira a tu alrededor. – Él dijo –.  ¿Ves el helecho y el bambú?

Si. – Respondí – .

Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy bien. Les di luz. Les di Agua. El helecho rápidamente creció. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla de bambú. Sin embargo, no renuncié al bambú.

En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante. Y nuevamente, nada creció la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú. – Dijo él – .

En el tercer año, aun nada brotó de la semilla de bambú pero, no renuncié. – Me dijo – .

En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la semilla de bambú. No renuncié, – dijo – . Luego en el quinto año un pequeño brote salió de la tierra. En comparación con el helecho, era aparentemente muy pequeño e insignificante. Pero sólo 6 meses después, el bambú creció más de 100 pies de altura.

Se la habrá pasado cinco años echando raíces. Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron lo que necesitaba para sobrevivir. No le daría a ninguna de mis creaciones un reto que no pudiera sobrellevar.

Él me dijo.

¿Sabías, mi Niño, que todo este tiempo que has estado luchando, realmente has estado echando raíces? No renunciaría al bambú. No renunciaría a ti. No te compares con otros. – Me dijo – .

El bambú tenía un propósito diferente al helecho, sin embargo, ambos eran necesarios y hacían del bosque un lugar hermoso.

Tu tiempo vendrá. – Dios me dijo – . Crecerás muy alto.

¿Qué tal alto debo crecer? – Pregunté – .

¿Qué tan alto crecerá el bambú? – Me preguntó en respuesta – .

¿Tan alto como pueda? – Titubeé – .

Si. Dame Gloria al crecer tan alto como puedas.

Dejé el bosque exaltado, trayendo esta historia para compartirla con ustedes. Espero estas palabras puedan ayudarte a entender que Dios nunca renunciará a ti. Nunca te arrepientas de un día en tu vida. Los buenos días te dan felicidad. Los malos días te dan experiencia. Ambos son esenciales para la vida…

La felicidad te mantiene Dulce. Los intentos te mantienen Fuerte. Las penas te mantienen Humano. Las caídas te mantienen Humilde. El éxito te mantiene Brillante. Pero sólo tu Dios Superior, te mantiene Caminando…

26 de agosto de 2012

Cuarenta y Tantos…


A veces, suceden cosas que a la razón le cuesta comprender. Al menos a la primera.

Digamos que en los pasados cuarenta y tantos días, un accidente, reacomodó mi vida. Puso un orden que no sabía debía regresar. Hizo limpieza exhaustiva de rara manera. Digo, caerte de una planta alta a la planta baja para que tu vida cambie el rumbo no es precisamente romántico o políticamente correcto.
Yo que creo que las cosas – accidentes, enfermedades, padecimientos y similares – provienen de las emociones, mi caída se origina de la falta de seguridad o que sentía para dar ‘el siguiente paso’. Digo, caerte en menos de 10 días 3 veces y todas las veces originadas por mi pierna izquierda, el lado izquierdo del cuerpo es el que recibe la energía del Universo, seguro significaba algo…

La cosa es que… Estos días han sido todo un sube y baja, un Carrusel dijera una parte de mi… Y digo ‘Carrusel’ porque para ser honestos, los ‘Carruseles’ nunca me han gustado, me espantaban un poco de pequeña. Hay días en los que sonreír es tan natural y otros en los que respirar es parte de un milagro caray… Oh si… Aposté y perdí.

Si, uno nunca pierde, buena esa eh Nash. Sin embargo al final del día, en este en especial, asumir que corriste el riesgo, que hiciste todo –aunque no lo crean- y más para que las cosas marchasen como se suponía debían marchar, duele más que un puñal oxidado clavado a mansalva en el pecho.

Y duele no porque ‘haya perdido’, no. Duele porque uno siempre supo que eso jamás prosperaría. Duele todo aquello que permitiste, que hiciste, que diste. Duele todo aquello que cediste y que perdiste. Duele saber que estuviste con todito lo que eres y más. Darte cuenta a los cuarenta y tantos días que tú no perdiste nada simplemente porque nunca tuviste nada. En cambio, a ti siempre te tuvieron y cada día, te siguen perdiendo un poco más.

Eso de terminar una relación y al otro día empezar otra, tiene altos costos, oh si. Lo curioso es que algo así me sucedía a mi. Digamos que durante cinco años, salía de unos brazos a otros. Involuntariamente pero… Jamás me había quedado a deber. Jamás.

Lo más difícil de estos cuarenta y tantos días, no ha sido sonreír a pesar de no estar bien. Tampoco ha sido la falta de apetito, de ganas de dormir, las constantes pesadillas que me invitan a no dormir. Tampoco ha sido el dolor físico. Ni mucho menos, haberlo perdido. Tampoco la inutilidad que me profirió el accidente. Lo más difícil de estos cuarenta y tantos días ha sido asumir que fui una especie de‘amor de salvación’ y tú, todo aquello que me negaba anhelar hecho realidad. 

9 de agosto de 2012

De Madrugada…

 

madrugadaDe Madrugada, la Luna luce esplendorosa. De Madrugada la rosa más hermosa, es opacada con la belleza de una Luna enamorada.

De Madrugada, los hombres aman. De Madrugada, las almas danzan.

De Madrugada, las estrellas engalanan las noches que no acaban.

De Madrugada, hablan las pasiones y los pudores callan.

De Madrugada, los sueños danzan y los miedos escapan.

De Madrugada, se conciben a los seres del mañana.

De Madrugada, la lluvia moja y mi excitación empapa.

De Madrugada, sólo somos tú y yo en la cama.

De Madrugada, sólo somos carne y deseo desenfrenado por saciar las ganas.

De Madrugada somos nada.

22 de julio de 2012

Días Raros.

 

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Hace algún tiempo ya, emprendí una aventurada empresa. De esas que al corazón le dejan huella. No, no es intención hablar sobre el tema ni dar detalles que seguramente, te pasarás entre las piernas. Digo, no es de la incumbencia de nadie lo que a este torpe corazón, le pase.

Hoy miro todo tan distante, tan lejos de mi alcance. No, no digo que todo esté perdido o, quién sabe. Es mejor no esperanzarse en estos casos ya saben, para no descorazonarse. Cuando digo que hoy miro todo tan distante es porque lo veo como sí fuera yo la espectadora de la película de estreno.

Quizás eso sea bueno, no!? Mirar todo desde fuera y ya no sentirse tan 'adentro'. Otra perspectiva, otro plano, otro concepto. Siempre me había preciado de ser tan fuerte como un roble y hoy me doy cuenta, y lo más importante, acepto que no lo soy. Soy tan humana y debilucha como cualquiera...

Traigo varias heridas físicas. Ando coja y aunque es una ventaja porque, como ya sabemos, la mujer entre más coja, mejor, hoy no estoy tan contenta con ello porque... Ok, je! Traigo miedos ya asumidos, culpas reconocidas y una historia entre mis manitas que acaricio y quiero seguir protegiendo. Miro al Cielo y empiezo a tener consuelo. Platico con tres Estrellas, la mía, la suya, la nuestra...

Hasta siento que comprendo mejor a la Luna. Ser Luna no es tarea sencilla. Guardar tantas historias y cálidas pasiones para luego contemplarlas a lo lejos, serena y fríamente como sí con eso, ella se pasara de ello. Si... Aunque no quiero ser Luna, por hoy al menos, es cuando más la comprendo.

Hoy, hoy me siento como un lienzo en blanco, dispuesta a pintar la más bella de las obras y sin embargo, quiero esperar para pintarla a tu lado. Gracias por estar conmigo aun cuando he sido la peor compañía para mi misma.

29 de junio de 2012

Redención.

 

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Hablar de redención sin duda, conlleva a armarse un panorama dogmático. Irremediablemente, visualizas a tu Ser Superior.

Pues bien, no he visualizado a mi Ser Superior, no al menos desde esta mañana que me miré al espejo luego de bañarme. No, no estoy siendo soberbia. Les recuerdo que estamos hechos a imagen y semejanza de él y pues, luego entonces, yo soy él en acción.

Les decía que este breve intento de ‘Redención’, no se trata para nada de dogmas aunque sí de liberación. Siendo literalmente estrictos, la redención es liberación, ya sea de dolor o de una pésima situación. También implica recuperar lo perdido, ya sea mediante el pago de un rescate o bien, comprarlo nuevamente.

Hoy para mi, la redención tiene mucho que ver con liberación. Liberar la mente para que el alma converja al punto de origen, converja a la paz y tranquilidad que desde hace un tiempo he dejado olvidada en algún lugar.

Liberar los miedos para poder vivir sin ellos. Si, eso de que los miedos son el tope es tan pinche cierto que… Miedo te daría reconocerlo y ponerle remedio.

Liberar los fantasmas de la mente que no te dejan ver más allá de lo que es. Aquellos que nublan tu visión, opacan tus ideas y oscurecen tu corazón. Fantasmas que hacen pierdas de vista lo maravilloso de tu presente hoy.

Liberar las dudas que nacen en la mente y se anidan en el alma. Las dudas que te hacen torpe, ciego, hostil. Las dudas que con saña dañan y manchan lo que por ti aguarda.

Liberar la mente del dolor. El dolor que tiene su inicio en el alma. Depurar cualquier emoción para que no intoxique tu alma ni dañe tu físico. Llorar para lavar las penas, para limpiar el alma. Golpear almohadas para desfogar enojos y apaciguar miradas.

Liberar el cuerpo del dolor. El dolor del alma que no ha sido depurado, invariablemente causará estragos en el físico. Accidentes, resfriados, cánceres. Enfermedades autoinmunes, nerviosas y otras tantas más. Hoy elijo vivir en un cuerpo con mente y alma sanos. Hoy elijo liberarlo del dolor.

Liberar el sufrimiento ese que nos enseñaron se debe guardar en el alma. Buscarlo en lo más profundo de mi, incluso aquél que me ha marcado desde que nací. Liberar todo sufrir para dar paso al gozo,  a vivir.

Liberar las amarguras que a causa del sufrimiento, me han hecho más humana, tolerante, sensata y menos confiada.

Liberar las pasiones que mi alma resguarda. Vivirlas con plenitud y sin cautela. Entregarme abiertamente a lo que mi alma quiera. Sentir la brisa del mar y redescubrirla de mil maneras. Confiar, dar, entregar, prestar, estar, comprender, dialogar, conciliar, perdonar, querer, soñar, vivir, gozar, reír, correr, bailar, cantar… Amar.

Hoy, me redimo ante mi misma para renacer, para entregarme a una vida que me corresponde, para entregarme sin tapujos ni culpas a una felicidad que golpea con fiereza y me llena de grandeza.

Soy la redentora de mi vida, mi dicha.