A veces resulta un tanto imposible Esperar...
Creo ser la persona más desesperada e intolerante del mundo y cuando de hacerme ‘esperar’ se trata, puedo volverme loca en un santiamén... Sin embargo, NO todas las 'esperas' se reducen a dígitos separados por un signo de puntuación, no...
Lamentablemente, la ‘espera’ también tiene que ver con otras cosas y a menudo, por no decir siempre, aun cuando se trate de ésa ‘espera’ relacionada con el tiempo, siempre hay una persona, situación o lugar de por medio…
De todas las formas en las que concibas a la ‘espera’, seguro es que nunca podrás recibir lo que ‘esperabas’ ya que si ‘esperabas’ a alguien en un café por ejemplo, y si éste alguien llega retrasado, ya no podrás disfrutar de su compañía el tiempo que ‘esperabas’ ni de hecho lo disfrutarás tal cual lo ‘esperabas’…
Ahora que si estás en la sala del consultorio y tu cita era a las 1300hrs y son las 1500hrs y sigues ‘esperando’ tu turno, lo más que te conviene es quedarte debido claro, al costo hundido inherente en dicha acción…
Algo similar sucede cuando uno ‘espera’ que algo suceda; el costo de oportunidad por haber ‘esperado’ algo que NO sucedió como tal queríamos, suele ser minimizado ante el costo hundido de lo anterior…
El problema realmente NO radica en ‘esperar’ sino en lo que nosotros fincamos al ‘esperar’ es decir, todo lo que construimos en rededor de la ‘espera’… Las grandes decepciones o fiascos que nos llevamos, son producto de la gran expectativa que nos hicimos en el instante mismo en que decidimos ‘esperar’…
Ahora mismo el resultado de mi ‘espera’, NO es lo que ‘esperaba’… En fin…
¿Esto es contra las vanas esperanzas?
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