NO Gracias, NO quiero...

Hace algún tiempo, una que creía era 'mi mejor amiga' -algún día lo postearé también-, me dijo algo que le había pasado. Resulta que ella no es nada agraciada, lo que se dice nada; ni 'brillante' pa' la escuela ni pa' la chamba. Lo suyo lo suyo, es ser lame botas no en vano ahora la gira en las altas esferas polacas del PRI pero bueno, déjenme les cuento.

Me dice en una charla de café:

Ella: Qué crees vieja? Ayer que estábamos en Clássico, me habló Fernando.

Yo: Y... ¿Qué pasó?

Ella: No pues... Nada mana porque iba mi hermana y toda la banda de ella, nomás salí tantito.

Yo: Ay si tú, 'nomás saliste tantito'!

Ella: Neta wey, nomás estuvimos intensamente fajoneándonos en su coche y, cuando me dijo de ir al cinco letras yo le dije,

'NO Gracias, NO quiero... De verdad Gracias, NO quiero...'

Obviamente, cuando me dijo eso casi casi le escupo el té de mango con jazmín que me estaba tragando junto con la ensalada césar caray digo, ése tipo de cosas debe uno decirlas en momentos que o bien NO esté tu oyente comiendo o bien cuando éste no esté manejando o trayendo cosas importantes entre las manos.

Lo anterior es para que se den una idea del porqué he titulado así mi post de hoy, porque hoy quiero abordar uno de mis oscuros lados, uno de los que pocos saben pero que todos, ABSOLUTAMENTE TODOS, hemos vivido.

Hace escasas horas atrás, le decía a alguien que empieza a ser más que especial lo que en algún momento, hace casi cuatro años ya, mi querido amigo Sóbal me dijo:

Ay amor, esa relación no te dejará nada bueno. Entiendo que el desenfreno sea rico y que te haga el amor como nadie -es literal, fue mi primer amor íntimo-, que te ame a su manera pero ten en cuenta que, TODO esto que estás viviendo, lo único que hará es enfrentarte a un VACÍO EXISTENCIAL muy pesado. Llegará el momento en que después de cada encuentro, salida, viaje o lo que sea, te sientas PEOR y no es precisamente ese el cometido de una relación.

¿Que por qué me lo dijo? Pues fácil, me involucré con una persona que si bien es cierto me quiso a su manera, también lo es que desde el día que me conoció maquiló la conquista ya saben, el típico lobo con piel de oveja que además de todo, está casado.

Si si, casado. No soy la primera ni la única ni la última. En mi defensa puedo argumentar que en verdad no malicié su comportamiento ni atenciones y que hace cuatro años casi, pasé por épocas muy difíciles en casa y pues bueno, me enamoré caray. No me arrepiento sin embargo, no es algo de lo que me sienta orgullosa tampoco pero, finalmente es algo que viví y fue bonito.

Hace un par de años, conocí a alguien mucho más especial, tan especial que creí que era el indicado y bueno, eso ya lo he dicho mucho; no funcionó. Es algo que me dolió mucho, sigue doliendo de hecho. Como en alguna ocasión mi madre me dijo;

De las decepciones amorosas, uno nunca se recupera, siempre estarán ahí y siempre dolerán.

Y si, así es. Justo así es.

Pero bueno, el tema que me ocupa no es ese sino que hoy por primera vez en ocho años, no tengo ni un pinche mosco haciéndome la ronda, no tengo pretendientes -excepto Ramón, uno que me adoró y José, un amigo de esos...- y, cosa extraña, no voy a decir que brinco de alegría verdad pero sí puedo confesar y decir que me siento tranquila.

No, no soy la porn star ni la sex-symbol bloguera / twittera pero sí tengo lo mío, siempre he tenido lo mío y siempre siempre, he llamado la atención y, si no es uno, es otro y bueno, tengo año y meses de no tener ni madres. Salvo claro, los dos antes mencionados.

¿Que por qué el cambio? Pues primeramente que en casa ya la situación con mi Abue es un tanto más delicada y resulta complicado salir y bueno, principalmente porque YA experimenté esa sensación de vacío emocional que en su momento, me señaló Sóbal.

Si si, hace más o menos tres años, luego de que terminó aquella relación, empecé a salir con Ramón, luego conocí 'al amor de mi vida', me rompió el corazón y pues... Anduve con varios más luego del que me deshizo. No voy a decir que anduve a la seca y la meca porque realmente no llegué a tanto, no llegué al grado de  La Chica Del Bar pero sí he de confesar que tuve y estuve con varios.

Mi época de pasión y desenfreno, esa de que nomás me iba a la cama porque si, porque el fulano me gustaba y le gustaba o nomás porque quería y de alguna tonta y estúpida manera me quería demostrar que 'el que me rompió el corazón', no me importaba y que si él 'no me quería', había miles que sí lo hacían.

No sé cuántos 'amigos' hice en esa época, no rebaso los veinte tampoco estoy tan luquis. En ése inter, conocí a alguien con quien la 'amistad' esa que creo que están entendiendo, esa que nomás implica salir, unos drinks y a la cama, se hizo más íntima, más sólida, más de sentimiento.

Por ese tiempo, conocí a JC, de quien también ya hablé aquí y bueno, viví un frenesí de pasión y un amor mal entendido que, como bien me dijo Sobal, sin querer y sin darme cuenta, me fui sumiendo en un inmenso vacío del que quise salir empastillándome.

Si si, empastillándome, era tal mi depresión y mi mal concebida idea de lo que quería tener a mi lado, que cada encuentro, cada salida, cada risa, cada orgasmo, cada caricia, cada 'alegría', cada viaje, cada antreada, me sumían más y más y más en una depresión.

No, no soy de las que dan sexo por amor. En su momento, en el momento ese de desenfreno, ese de puro fucking por el mero placer de hacerlo, no buscaba amor. De hecho, tampoco lo buscaba ni con Max ni con JC. Según el loquero, es un recurso autodestructivo por el que toooodo ser humano pasa. Unos son adictos al alcohol, otros a las drogas, otros a las relaciones autodestructivas y otros, optan por la caída libre como lo hice yo.

Realmente no sabía lo que quería ni tenía idea de lo que hacía. Estaba dolida y de alguna manera, quería demostrarme a mí misma que 'la ruptura del corazón', me valía madres. Lo malo, es que lo canalicé de mala manera y caí en eso de tener sexo nada más.

Si si, porque en algún momento, mi loca cabeza y mi más loco corazón, creyeron que teniendo sexo así nomás, no saldría lastimada ni que me dolería ni que me romperían el corazón. Muy por el contrario, sería yo ahora quien lo haría. Y si, de alguna manera así pasó con Max pero el precio que pagué por ello, fue muy alto.

Es por eso que ahora, luego de año y medio más o menos de desenfreno carnal, prefiero esperarme y no volver a enfrentarme a ese vacío que queda después de tener sexo con alguien. Ese espacio que NADIE llenará, las interrogantes que te asaltan cuanto te estás bañando o cuando te miras al espejo y te descubres tal cual; desnuda, vacía pero sobretodo, SOLA.

Por eso es que de momento, NO quiero Gracias, de verdad NO quiero gracias.

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