No se vive sin la fe. La fe es el conocimiento del significado de la vida humana. La fe es la fuerza de la vida. Si el hombre vive es porque cree en algo. Leon Tolstoi.
Mi nombre es Shaula, tengo 28 años y estoy atravesando por una severa crisis de fe.
Si, severa crisis de fe es la que me cargo. Digamos que de un tiempo a la fecha, he perdido la fe en la humanidad entera. Cada día, se matan más y más y más personas, cada día parecemos más irracionales que una mugre garrapata. Cada día se desmienten verdades, se pelean más guerras, se tiene más hambre, se desenamora más la gente, se cansan más las almas, se juegan menos sueños, se apuestan menos sentimientos, se lamentan más decisiones, se pretende más ser insufrible que predecible.
Si, creo que es una severa crisis de fe. En un inicio pensé que sería mi desempleo y que una vez tenido resuelto ese lado, podría sentirme un tanto menos carente de fe. Me equivoqué. Me equivoqué también al pensar que la crisis de fe, no era la que afectaba la fe que ya no tengo. Si, también he perdido la fe en mi.
Siempre me he manejado casi casi como una ‘Nom-plus-ultra’ sin embargo, de unos meses a la fecha simplemente, no me hallo. He llegado a pensar que la que está mal soy yo y que al menos 6 mil millones de personas, están en lo correcto. Si, he llegado a pensar que las guerras interminables, sean acá en contra del Narco o en Libia, son normales.
He llegado a no sentir interés por cada muerte ‘espectacular’ que anuncien las noticias. Me he llegado a alegrar de que se muera gente. He dejado de admirar los amaneceres, las puestas de sol. He dejado de prestar atención al canto de las aves, al canto de mis silencios, a los susurros de las almas. He dejado de llenar esa alcancía en la que depositaba mis más preciados sueños. He pasado de largo la cortesía y todo lo veo tal cual felonía. He dejado de esperar. He dejado de desear. He dejado de cambiar. He dejado de lado la fe en los humanos. He dejado de tener fe en mi y eso, siento que es grave.
- ¿Será acaso que tengo 28 años? - . Le pregunté anoche al loquero y sabiamente me dijo:
- No, no es eso. Lo que pasa es que estás creciendo.
- ¡Vaya! Estoy creciendo. Entonces cuando tenga 40 años, ¿qué va a ser de mi? ¿Recordaré acaso que alguna vez me hacía feliz ver retozar a mis Fieras? ¿O será que perciba los rayos de sol cada amanecer? Vaya! Qué caro precio estoy pagando por crecer.
- No, no es así. Eso que sientes, eso que ves, eso que externas, eso, lo pasamos todos. En diferentes grados, en diferentes etapas, en diferentes circunstancias. Vaya, que todos nos sentimos así y de alguna manera, ese ‘vacío’, esa ‘crisis de fe’ como bien tu defines, es el hilo conductor de nuestras almas. Así que no es propiamente falta de fe en ti lo que tienes sino que es el reflejo de lo que ves, de lo que juzgas, de lo que criticas. Anda, levántate y analiza si te has fallado. Analiza también, si te has perdonado todas y cada una de tus fallas. Te sorprenderás. Nos vemos la próxima semana.
Salí del consultorio y pensé justamente en lo que cito al inicio de este post. Pensando ‘en la tarea’. Por supuesto que sé que me he fallado. Por supuesto que me he perdonado… Bueno, quizás una de las fallas aun no esté perfectamente controlada pero, en ese proceso estoy.
¿Qué ha motivado mi falta de fe en mi? Como lo decía arriba, creía que con tener empleo esa parte se controlaría, esa ansiedad, esa apatía, ese ‘desinterés’ hacia mi persona y hacia los demás en general. Creía que vería al mundo menos cruento, más sensato y prudente y que me retractaría de mi actual concepto. Creía que tener trabajo me mantendría atenta, lúcida, despierta. Creía que me distraería, que me despejaría y que me alejaría un poquito de mis problemas.
Resulta que no. Resulta que de alguna extraña y loca manera, estoy más clavada en mi crisis de fe. Resulta también que disfruto menos lo que me gusta. Resulta que tengo menos tiempo para mi, para mis amigos, para mis escapadas de fin de semana, para mi casa, mi familia y los que siento míos aun sin tener lazo sanguíneo alguno.
He vuelto a fumar. Cosa que tengo tajantemente prohibida ya que, literal, me costará la vida. He vuelto a reír. He recargado mi ironía, mi sarcasmo. He perdido un poco el temple que me caracteriza. He llorado más y reído menos. He dormido más y descansado menos. He soñado menos, he jugado menos, he platicado más y no he externado nada. He planeado, he planeado tanto que bien podría ir y venir a París con millas ‘free’.
He conocido a alguien maravilloso a destiempo. He preferido pretender que no pasó. No, no eres tú; lo mío contigo, no tiene punto de comparación y lo sabes! He estado haciendo cosas que en otro momento, me habrían puesto muy feliz sin embargo, esta maldita crisis de fe, no me deja disfrutarlas. Creo que he terminado de perder la poca inocencia que me quedaba. Apenas y reconozco a la persona que veo al espejo cada mañana. Ya no encuentro mi sonrisa de niña, mi mirada ingenua, mi capacidad de asombro tiende a cero.
Definitivamente, crecer debe implicar pasar por una atípica y patética crisis de fe. Sólo espero me tome poco tiempo superarla. Demasiados somos con esta crisis como para todavía, darme el lujo de no creer en ustedes, en el mundo, en la vida pero, principalmente, no creer en mí y en todo lo que puedo generar pero principalmente, dar.
Si, así es, tengo 28 años, toda una vida por delante y paso por una crisis de fe.
Pero esto, también pasará.
Mana, entonces crecer SUCKS!!! No veo por qué perder la intensidad de un beso, la calidez de un abrazo o impresionarse con un hermoso atardecer.
ResponderEliminarAgradezco entonces ser una inmadura =)
Te quierooo
Shaula: Como siempre agradezco la sinceridad de tus palabras. Me da mucho gusto que puedas expresar así tu "carencia de fé" creo que por ahí pasamos todos tarde que temprano y sólo puedo decirte que me da mucho gusto.
ResponderEliminarLo superarás a tu manera pues no es algo que dependa de otros, y creo que no eres una mujer insensible o fría.
Cómo se podría valorar la calidez de un abrazo o una plática deliciosa con amigos, si no se ha sentido alguna vez indiferencia?
En lo personal, lo que más me ayuda es no criticar ni juzgar, la realidad no se cambia, ni siquiera se acepta, sólo existe.
Te mando un abrazo con harto cariño y todo mi agradecimiento, leerte, aunque parezca extraño, me hace bien, veo mis fortalezas y debilidades de alguna manera reflejadas.
Así es mana, crecer... A-PES-TA! Por eso tú no crezcas, sigue siendo una niña -reumática- pero... Con fe!
ResponderEliminarGracias Luz, sé que es cuestión de volver a cogerle aprecio a las cosas que antes apreciaba sólo que... He olvidado dónde lo dejé! Gracias también porque aunque no lo creas, me hace bien saberme identificada contigo y... Con otros más!
Solo quien tiene fé, puede entrar en una crisis de fé, hay otros que nunca la han tenido y lo peor, no la tendrán.
ResponderEliminarLa fé es un don, que afortunada que la tengas y que entres en crisis, para que la reafirmes y la vuelvas a encontar.
Crecer es solo parte de ser, tu eres y serás.
Toda crisis es una oporunidad para crecer, madurar, ser mejor y estar lista para todas las cosas que te depara el destino: buenas, malas, regulares, felices y tristes, pero siempre tuyas.
Disfrútalas, súfrelas, pero nunca dejes de vivirlas y recuerda: no estás sola.
Me topé con tu publicación sin querer en twitter. Amerikapa la recomendaba y vine de metiche.
ResponderEliminarMe siento muy identificado contigo. Yo perdí mi fe en todos los aspectos y más o menos fue a tu edad. No soy mucho mayor que tú, tan solo unos años. Pero pasé por lo mismo.
No te puedo decir que va a pasar contigo, si tu punto de vista va a cambiar, si te vas a sentir mejor conforme "creces". Pero te cuento lo que me pasó a mí.
Yo a diferencia de tu loquero, difiero en que estás creciendo. Yo creo que estás despertando. Despertando a una realidad que no te contaron de niña. Es como cuando te das cuenta de que los Reyes, o Santa, son tus propios padres. Pierdes una parte de tu inocencia, de repente se esfuma, te sientes engañada. Y viene la decepción. Y cada vez se decepciona uno más porque todo en si es una gran mentira.
Yo perdí la fe en todo. La sociedad, religión, y claro el gobierno, etc. y perdí temporalmente la fe en mí y la humanidad.
Me sentía perdido, no sabía que estaba pasando. No tenía de donde agarrarme. Había soltado todas mis orillas. Pensé que me ahogaría. Hasta que un día me di cuenta que tocaba el fondo fácilmente con mis pies. Y me puse de pie por mí mismo. Me había liberado de ataduras, de paradigmas que alguien más me impuso. Un día me di cuenta que el mundo era mentiroso, pero yo ya no me creí sus mentiras. Y ese día me volví objetivo, me volví crítico, sarcástico, escéptico, me volví un cínico, pero más que nada, me volví libre.
Sabes que me devolvió la fe, que me di cuenta que no estaba solo. Que había mucha gente como yo, despertando a la misma realidad.
No te sientes como antes y no te reconoces como antes porque esta nueva persona que ves en el espejo eres en realidad tú. La otra era en sí el reflejo. El reflejo de la sociedad, de tus padres, de tu educación, etc.
Creo que te tomaste la pastilla roja. No te sientas traicionada ni decepcionada, ni culpes a nadie, en sí los que siguen dentro del espejo no saben que están ahí.
Bueno eso me pasó a mi, yo no sé como dije si es tu caso. Te leí y me sentí identificado. Espero que te haya servido de algo mi comentario. Si no, tírame a loco jeje. Saludos.
Gracias Eu, lo sé. Sé que esto es parte de mi crecer y que de un momento a otro, lo habré de superar. Digo, por fortuna no me cayó esta maldita crisis hace dos años que si no, no lo contaría siquiera!
ResponderEliminarAbrazo enorme, abrazo agradecido!
Pollito Asesino,
Para nada eres metiche! Pues no sé, por fortuna creo que me di cuenta qué es lo que me pasa y no, gracias a Dios no he tenido que cargar con cosas que mi familia me haya metido al chip desde niña. Es quizás eso lo que más me sorprende, que apenas me esté sucediendo pues.
Creo que siempre había estado despierta, hay cosas que siempre he visto, que siempre he criticado, que siempre he apoyado y bueno, es quizás que estoy más despierta de lo normal, no precisamente que uno crezca o, como lo mencionaste, que uno despierte.
Despiertos estamos y es por eso que vemos lo que vemos y en un momento, dejamos de sufrirlo, así como así, sin más ni menos.
Gracias, gracias por tu comentario y por pasar a sentarte al diván.
Abrazo fraterno pa' usted!
Hola mi hermosa amiga... sabes qué? aunque no me lo dijeras sabía que estabas pasando por esto... y por mil cosas más yo lo sé...
ResponderEliminarY que he pasado por esto que estás pasando tú, claro que así ha sido... es terrible no identificarte en el espejo, es como comer tu postre favorito y no degustarlo para nada, no te hallas, piensas que no eres tú, yo decía que había perdido mi centro y navegaba a la deriva, por mucho tiempo y no se encuentra una explicación que nos satisfaga o nos proporcione un poco de alivio, pero tienes toda la razón en el punto final...esto pasará.
Abrazos sist...y siempre contigo