Sin Daños A Terceros.

Forgiveness does not change the past, but it does enlarge the future.  Paul Boese.

Hace unos días, tuve la oportunidad de vivir una experiencia sin igual. No, no me aventé del Bunge en medio de una nevada y en pelotas, no. Fue algo más llegador. Sí entro en detalles, seguramente armaría una discusión picuda pero, la intención no es esa. Curiosamente un par de días antes de vivir dicha experiencia, quise empezar este post y lo titulé 'Sin Daños a Terceros' porque viví unas cositas un tanto desagradables y bueno, resulta que después de todo, viene como anillo al dedo el título y pues, veamos qué sale.

Como en algunas ocasiones he comentado que,

Creo en que todo tiene su porqué -y su por dónde-

Sin embargo, derivado de la experiencia que comento, por fin y tras 29 años ya de tropiezos, triunfos, alegrías, una que otra lagrimita y de más, vengo a comprender la magnitud de tal aseveración. Verán.

Cuando por poner un caso, terminamos con alguna etapa de nuestra vida, tratamos de hacerlo de la manera más sana posible con el fin de 'no dañar a terceros'. Pues bien, resulta que hay una condición de exogeneidad que no podemos controlar ya que, por muy bien que terminemos dicha etapa de nuestra vida, habrán -si, siempre- personas que salgan afectadas por dicha decisión. Lo mismo aplica para la toma de decisiones que nos vienen mejor.

¿Por qué los afectamos? Sencillo. Sí analizamos de manera sistemática, nos damos cuenta que como individuos, somos el núcleo de una unidad primaria, la familia. Dicha unidad, es a su vez el núcleo de otra unidad, la comunidad. Dicha comunidad, es a su vez el núcleo de una sociedad. Dicha sociedad, es el núcleo de una nación y, ya yéndonos un poco más arriba, todas las naciones conformamos un universo. Universo en el cual nuestros actos no pueden verse como hechos aislados que sólo repercuten en nuestro diario vivir, no.

Al formar parte de tantas unidades y de un todo a la vez, nos vemos necesariamente sometidos a tomar decisiones y las demás personas que están en rededor nuestro, lo hacen a la par que nosotros por tanto, cada toma de decisiones, incluidas claro aquellas veces en que optaste no elegir -te recuerdo que no elegir es una decisión-, afectará al agregado. Si si, algo así como que el aleteo de una mariposa en Vallarta generará un Tsunami en Sri Lanka. Por tanto, sí formamos parte de un todo, es nuestra responsabilidad lo que nos pase -o no- así como también lo es el acontecer político, social, cultural, religioso, familiar, intelectual, fraternal y demás círculos en los que nos desenvolvamos.

A menudo nos equivocamos en las decisiones que tomamos y no es sino hasta mucho después, cuando se presentan los desagradables daños a terceros, que nos damos cuenta que metimos las cuatro patitas y sabroso! ¿Cómo evitarlo? El meter las cuatro patitas y los daños a terceros. No es simple ni mucho menos es algo tipo receta de cocina, no. Se requiere principalmente madurez y humildad para aceptar que la hemos regado pero principalmente, para pedir perdón a todas aquellas terceras personas que han resultado afectadas por causa de nuestras decisiones.

No, no es fácil reconocer que la cagamos mucho menos, pedir perdón por ello. Sin embargo, cuando comprendemos que todito o más bien, que en todito lo que nos sucede somos juez y parte, la vida solita se nos torna un tanto más simple y las cosas aquellas hermosas que siempre has querido para tu vida, empiezan a llegar. Si si, ley de atracción sí así la quieres llamar. Pero, más que atracción, hay que tomar conciencia de lo que sucede, de las personas que intervienen en ese proceso incluso de la mosca que tiene la desventura -o fortuna- de aletear en rededor de nosotros cuando eso sucede.

Les decía que cuando ideé el título de este post, algo no tan bonito me estaba pasando y pues, comprendí que tengo culpa también de lo sucedido. No entraré en detalles. No, no es que no valga la pena sino que yo ya hice mi chamba, le pedí perdón a la persona que quiso dañar -más-, me pedí perdón a mi misma por permitirle dañarme y finalmente, perdoné. Reconocí que en algún momento hice algo que dio pié a todo lo que causó y asumí mi responsabilidad en ello y saben qué? Me sentí re bien caray.

Al final, no sólo comprendí que soy parte de un Universo sino que también comprendí que todito lo que nos acontece es justo lo que nos merecemos, no más, no menos. Traemos arrastrando muchas culpas, muchas metidas de pata, muchos aciertos también y muchas cosas que cada uno sabrá. Incluso cargamos con culpas que no son nuestras, con miedos y aflicciones que no nos corresponden. No sabemos qué cosas vivimos / pasamos en otras dimensiones y/o tiempos así que, mientras no tengamos conciencia de lo bueno -y no tan bueno por no decir otra cosa- que hacemos, no podremos avanzar ni mucho menos, merecer algo mejor.

Dice el dicho que para merecer hay que sufrir o dicho de un modo más amable, el que persevera alcanza. En la vida podemos alcanzar todo aquello que deseemos siempre y cuando, tengamos los pies en la tierra, tomemos conciencia de que nuestras decisiones y omisiones sí afectan a terceros, tengamos también la sapiencia para reconocer dichos eventos, pedir perdón sí es necesario, perdonarnos a nosotros mismos y avanzar.

Nada es casualidad, todo es un constante aprendizaje, una total y completa evolución. De ti depende hacerla tortuosa y dolorosa o evolucionar con sabiduría. Quizás reconocer que la cagamos no es sencillo ni mucho menos, pedir perdón por ello pero créeme, te liberas de cosas que no te sirven para nada y como recompensa obtienes una liviandad y unas ganas de seguir adelante incomparables.

Así que, sí hay algo que no te agrada en tu vida o sientes que estás estancado en algún punto, siéntate, reflexiona, haz catarsis, medita, echa pa'trás la mente y verás que en algún punto, cometiste un error. Enlista a las personas que has afectado por dicho error. Pídeles -pero sobretodo pídete- perdón. Hazlo en tu mente sí mejor te viene pero... Asúmete responsable de tu situación créeme, no se hizo solita. Tómate tu tiempo, haz tu nuevo plan de acción y... Sigue adelante. La vida sigue y sí haces lo correcto, muy pronto tendrás lo que realmente mereces.

Mastícalo ;)